La moda del bastón en 2008

-Corazón, adelante –dijo el asistente y la joven entró.

En esa época se usaban los pantalones de cintura baja y botamanga angosta. La señorita los lucía muy bien. Entró a la sala altivamente y caminó en dirección a la zona de fotos. Cam observó su andar con especial atención puesto que se valía de tres apoyos: el pie derecho, el izquierdo y un bastón. ¡Pero qué bello era!, hacía juego con la diadema verde que le sostenía el cabello y con la gargantilla del mismo color. ¿Acaso tendría lastimada una pierna?... No parecía tal.

Cuando llegó al lugar, la joven apoyó su mentón en la agarradera de la vara de ébano y se limitó a mirar. Cam se incorporó de su asiento anunciándole que realizarían algunas tomas con vestidos y otras con bikinis. Se acercó para entregarle las prendas.

Las poses se sucedieron sin que la joven dejara un instante su bastón; por el contrario, el mismo se parecía a un talismán, a un exótico objeto mágico que aportaba a su dueña graciosa soltura e inocente seducción. Purpurina plateada se le desprendía en cada movimiento.

Cuando Cam le pidió liberarse de todos los accesorios para lucir las bikinis -“deja la diadema, la gargantilla, bastón”…le había dicho como al pasar-, la joven le respondió que sí; mas, al salir del vestidor, aún sostenía su artefacto celosamente.

Recién lo soltó cerquita de la pared y realizó poses simpáticas jugando con el muro. Su actitud era un imán de miradas y por eso Cam decidió en seguida que la seleccionaría para exponer su colección primavera-verano 2008.

La principal innovación en cuestiones de moda sucedió después de la publicación de aquellas fotos. El bastón se impuso superlativamente por sobre los demás accesorios que debían acompañar a las vestimentas y podría decirse que la colección fue un éxito rotundo gracias a la presencia del mágico talismán.

Un día Sao, amigo y colega de Cam, quiso saber cómo había empezado todo. Su amiga le contó que la modelo lo traía y que al momento de terminar sesión de fotos ella le había preguntado:

-Dime, ¿por qué llevas un bastón?

-Mírame en detalle, de la cabeza a los pies –le había respondido la chica.

Cam, cumpliendo su indicación, había observado en ella algo muy singular.

-Mis pies son demasiado pequeños, ¿lo ves?, ¡demasiado! Una mujer bastante alta que calza 30 no puede caminar segura sin la presencia de un bastón.

@cintiapons