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IDENTIDAD: ¿Cuál es la fórmula?

Actualizado: 13 oct 2020


Siempre me sentí atraída por el vestuario en relación a la identidad. El vestir como vehículo del ser.

Constantemente me hace ruido la interpretación que hacen algunas personas sobre como ven a los diseñadores y los asocian al simple hecho de “hacer ropa” (es un prejuicio muy común).

Me parece un concepto básico para lo que realmente significa para mi mi profesión, pero obviamente no me siento tampoco con la capacidad de juzgar los pensamientos del resto, así que continuemos.

Creo que una buena parte del trabajo de cualquier persona, se basa en la incertidumbre y el discernimiento sobre lo que hace. La curiosidad, la búsqueda y el cambio de los pensamientos en relación al paso del tiempo y el aprendizaje que trae consigo.

Un punto en el que siempre me interesó ahondar, fue el hecho de la IDENTIDAD.

Para interpretar la identidad, observo como punto de partida a los diseñadores reconocidos y renombrados. Entonces me pregunto: ¿cómo llegaron dónde llegaron?, ¿Qué tienen de distinto al resto?. Mi respuesta es, “Un buen desarrollo de la identidad”, y, obviamente también tiene que ver un poco con casualidades, suerte y estar donde tenían que estar en el momento preciso para que suceda (ojo, con esta acotación estoy lejos de desmerecer).

En un análisis sencillo, la identidad de los creadores se vuelve fácil ante la visibilidad del resto.

Desconocemos la intimidad y la vida en detalle, pero basta con ver una foto de sus diseños, una publicidad o alguien vestido en la calle para decir “ Esto sin dudas es de esta persona”.




¿No les parece maravilloso qué en medio de un mundo con tantas cosas, podamos asociar un estilo a una persona?.

Ahora bien…¿Cómo diseñar identidad?

No creo que haya una fórmula.

Creo que la identidad, es un proceso muy personal que arranca por la interpretación de ideas propias para luego pasar a ser interpretadas por otros y de otras maneras, pero siempre con la misma esencia.

Hago un parate pare decir: -No quiero volver de esto un monólogo, pero me sirve para poner en claro y contar mis experiencias que tal vez a alguien, en alguna parte, puedan serle útiles-.

Cuando arranqué la carrera tenía 17 años y me sentía limitada en mis ideas. Sentía una presión inmensa de solo pensar que se me tenían que ocurrir cosas nuevas todo el tiempo. Imagínense, que de pronto se abre un mundo en el cual te ves “obligado” a innovar (o eso por lo menos era lo que yo percibía).

Aquí deduzco el primer error, y no es que quiera desmerecer la educación de moda en mi país, pero la innovación es algo que sucede cuando debe suceder y sin presiones.

Entonces pienso…¿Cómo generó el hábito de crear, sin que eso se vuelva una presión? Es algo muy personal el hecho de elaborar metodologías.

Lo más importante, es generarlas para que perduren y no frustrarse al saber que algunas de estas, no van.

Prueba y error, hasta llegar a dar con la tecla clave.

No me gusta dar instructivos sobre cosas que no lo tienen. Lejos de la ciencia y la exactitud, en el arte se experimenta (entonces no está tan lejos, no?).

Es un trabajo fácil para algunos y difícil para otros.

Yo mientras tanto, seguía sin comprender cómo forjar mi estilo y volver de mis ideas algo coherente pero interminable.

Quiero aclarar que de por sí, la idea de “interminable” me parece un poco (bastante) errada. Para todo hay tiempos y eso también es importante interpretarlo. Uno no siempre esta inspirado de la misma manera, por eso es importante darse espacios, conocerse y respetarse.

Hay días y semanas, que no estamos creativos y eso también está bien, no somos máquinas programadas para crear todo el tiempo.

Yo descubrí que enojarme con mis trabas creativas, nunca fue algo bueno. En esos momentos difíciles, hay que relajar... que las ideas tardan, pero llegan.

Entonces.. sigamos con las preguntas: ¿Qué hago para forjar mi estilo?

En ese entonces comencé un arduo recorrido. Para que se den una idea, mis primeros figurines eran con ropa muy básica. En los primeros 10 me las arreglé, pero ya después comenzó a ser un problema para mi seguir diseñando sin repetir y queriendo innovar.. “INNOVAR”, ¡ay, de por sí me parece una palabra un tanto peligrosa y condicionante! Hoy no me voy a ocupar de explayarme sobre eso porque volvería de esto un texto interminable. Pero… todo tiene que ver con todo y se me hace difícil obviar la mención.

Siguiendo con la identidad (esta vez intentaré no perder el foco), leí en medio de esta búsqueda una frase que me parece ideal: “ La identidad es la coherencia entre la apariencia y ser”.

-Que escueta pero completa esta reflexión- pienso.

Entonces... debería deconstruir a la identidad, y comprender de que se trata SER.

¿Qué es SER?.

Son las preguntas las que atormentan pero divierten a un ser curioso. Un profesor que tuve (hoy mi colega y amigo), me dijo siempre “sé curiosa”.

Descubrí lo que esto es: una interrogación continua que nos invita a un aprendizaje constante.

Investigar sobre quienes somos, nos invita a construir nuestra historia y sacar de ella la esencia que nos conforma. A esto llamo formula que ninguna persona, por más cercana que sea podría descifrar, más que nosotros mismos.

Conocernos nos construye.

Esto tiene que ver con gustos de todo tipo: música, baile, hobbies, épocas históricas que nos atraigan, etc. Se trata de un rompecabezas que vamos completando en el camino de investigación de nuestra autenticidad.

Si, todos somos auténticos si exploramos nuestra esencia.

A mi analizar mis gustos, me permitió combinarlos, probarlos, estudiarlos y “obsesionarme” con ellos, hasta llegar a lo que quería: definir mi estilo.

¿Cuándo sentí que encontré mi estilo? No fue un día, fue un proceso en el cual descubrí que estaba desviando el foco. Mi cabeza pensaba solo en innovar, en ideas nuevas para sobresalir (en esos momentos, la auto exigencia se vuelve tediosa y confusa).

Luego, el foco cambió y pasó a ser: entrenamiento, constancia y… tiempo al tiempo. Con las ideas autorreferenciales claras, la coherencia creativa llega.

La identidad es la base, y de su mano se complementan la tendencia, la moda, y las inclemencias de las mismas.

De aquí la reconocida frase de la gran Cocó: “la moda pasa, el estilo permanece.”.

La identidad llega cuando ya no quedan dudas de ser, y ahí si, los diseños son mas tuyos que nunca.






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